
Historia: Papá que cocina
Acerca de cocinarle a sus tres hijos, habla Paul Jullian (46)
“Partí cocinando a los 16 años porque me gusta mucho la comida. Me acuerdo que la primera receta que aprendí fue la de panqueques y desde ahí empecé a jugar con eso: poniéndolos al horno o haciendo tortas. Después, ese gusto fue derivando a las masas y ahora cocino pastas frescas y lasagna.
Vengo de una familia de 7 hermanos, entonces aprendí de la escuela de la comida casera de mi mamá.
Desde que mis hijos nacieron que les cocino. Nunca me gustaron los colados comprados, así es que todos los días les hacía sus verduras y las mezclaba para que comieran bien. La cocina se ha transformado en un espacio para juntarme con ellos. Cuando están aburridos me dicen: 'oye, cocinemos algo' y eso significa que quieren masa para jugar. Mi hija del medio es la más fanática y, cuando entramos a la cocina, se disfraza de chef y se autoproclama la mejor ayudante.
Al principio me costó involucrar a los niños en la cocina, porque me dejaban la escoba con las masas y tenía que rearmar todo de nuevo. Pero, al final, te das cuenta de que es un espacio muy enriquecedor porque empiezas a conocerlos y verlos en su desarrollo: cómo piensan y cómo se concentran. Este es mi momento con ellos”