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La historia de la marraqueta

La historia de la marraqueta

¿Marraqueta, pan francés o pan batido? Como sea que lo llamemos, este tradicional pan chileno -que en BredenMaster incluye en su receta masa madre-  es un clásico a la hora del desayuno, almuerzo u once. Y es que los chilenos y chilenas sabemos de pan: de acuerdo al estudio “Radiografía de la Alimentación en Chile”, elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, las personas consumimos 5,3 kilos de este producto mensualmente. 

 

Aunque en Perú o Bolivia hay panes que se asemejan  a la marraqueta, ninguno se parece a este alimento que, además de ser crujiente y esponjoso, es realizado en base a harina blanca, agua, levadura y sal, composición que hace que tenga un menor aporte de grasas y que, por lo tanto, sea el favorito de muchas personas. 

 

Su popularidad es tal, que cuando en el país se celebra, o la selección nacional de fútbol anota un triunfo, las personas suelen asociar la victoria con el consumo de este alimento, diciendo que, al desayuno, “la marraqueta estará más crujiente”. Algo similar pasa cuando las mujeres están embarazadas, a quienes frente a una buena noticia se les dice que: “la guagua viene con la marraqueta debajo del brazo”.

 

Sobre sus orígenes, algunos historiadores afirman que la marraqueta fue creada en la época de la Independencia en una panadería española en el sector de La Chimba, mientras que otros aseguran que llegó a principios del siglo XX de la mano de unos hermanos franceses de apellido Marraquette, que se instalaron a vivir en Valparaíso. 

 

Como sea que se consuma -con queso, mantequilla, palta, mermelada o pebre-, este pan es un clásico de las mesas del país. ¿Cuál es tu manera favorita de comer una rica marraqueta? 

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